Omar Rausch, abuelo de la pequeña Aralí Vivas asesinada el viernes en Brinkmann, en un crimen que conmueve e interpela a toda la comunidad, habló por primera vez y dejó su testimonio.

Defendió a su hija, dijo que “tenía problemas de adicción pero ya estaba recuperada”, aseguró que Aralí no fue abusada antes y se lamentó de no haberla llevada a su casa esa noche cuando retiró a su hermano. “La brujita (por Arali) me miró como diciendo a mí no me llevas? con esa miradita tierna y dulce”, manifestó.

Consideró que “a mi hija siendo inocente la pusieron atrás de la rejas porque si bien es culpable porque ella se quedó en Morteros, había ido al Juzgado a pedir la cuota alimentaria del papá de Aralí porque hacía años que estaba desaparecido y la situación económica era muy ajustada”.

“Mi hija no estaba y si eso es abandono de personas o mala madre lo acepto, yo sé que indirectamente es culpable”, expresó contradictorio y sumó un dato más, dijo que el hermano de Arali se encontraba con él la noche del crimen.

“El varón no fue víctima porque la noche del viernes me lo traje conmigo”, narró Rausch y aseguró: “Yo también soy culpable porque la brujita (por Arali) me miró como diciendo a mí no me llevas? con esa miradita tierna y dulce. Entonces soy tan o más culpable que la madre”.

“Ellos tenían demasiada libertad pero los niños no estaban librados a su suerte, estaban bien cuidados, hambre no pasaban”, dijo el abuelo buscando desterrar las sospechas sobre el abandono de los niños de los que habla todo un pueblo.

Respecto a su hija, afirmó que “tenía problemas de adicción pero ya estaba recuperada”. En esa línea, confirmó que la mujer fue sometida a una serie de estudios y pericias de los especialistas antes de que le devuelvan los niños.

“Roció está recuperada de la droga, del alcohol no puedo decirlo totalmente. La asistente social siguió siempre el caso porque Rocío estaba haciendo el tratamiento y la asistente social de San Francisco le volvió a entregar los chicos porque estaba limpia”, expresó Rausch.

Sobre el posible abuso sexual que habría sufrido Aralí, opinó: “Estoy seguro que Arali no sufrió abuso antes, lo aseguro porque conozco la familia. Fue abusada ese día y en ese momento la mataron para que no hable, estoy seguro”.

Contó que Rocío apenas conocido el hecho estuvo con él en su casa. “Mi hija no es culpable porque no participó en nada, nadie tiene idea de cómo ella defendía a sus hijos, no es porque sea el padre. Sé que Rocío indirectamente es responsable porque los dejó solos en la casa, pero ella no tiene nada que ver con el hecho”, dijo de manera contundente.

“Apenas llegué a la casa cuando vi donde estaba el incendio y como conocía a la criatura le dije al fiscal que no era un accidente”, recordó Rausch afirmando que “Arali hubiera escapado por una ventana que da a un techo de otra habitación o al techo del garaje porque era una chica muy despierta”.

“Arali se hubiera defendido de un incendio y hubiera dado la vida por defender a sus hermanos”, resaltó,

“No había maltrato, no había maltrato”, insistió Rausch destacando que si hubo maltrato de parte del padre de Aralí. “Hace un par de años, vino y me dejó a Arali golpeada, machucada y yo creí en su palabra porque me dijo que se había caído y resulta que eran golpes de él y la pareja”, denunció.

El hombre manifestó que decidió hablar públicamente “para que se limpie el nombre de muchas personas que están ensuciando”. “Hay gente que estuvo antes y después, y no tiene nada que ver. Si Rocío es culpable, yo soy culpable y el padre de Arali también, porque hizo abandono de la criatura. Si vamos a hacer justicia que nos caiga a todos encima”, indicó.

Rausch considera que la muerte de su nieta fue quizás “ una venganza porque la madre no volvió o quizás se le fue la mano y la mataron, o quizá la violaron y la mataron para que no hablara”

También cuestionó “la frialdad” con la que actuaron Simeone y Varela. “Cuando busqué a Rocío de su casa al momento de que se conoció el hecho estaban los dos tranquilizándola con una frialdad impresionante”, expresó.

Agradeció el trabajo de bomberos, policía y fiscalía. “Hay gente que habla pero no estaba en el lugar y no saben lo qué paso”, reiteró.

“Actuaron muy rápido y gracias a eso en menos de 24 horas teníamos los detenidos y los dos culpables, no se sabe cuál fue el autor del hecho y quizás nunca se sepa por cómo está el cuerpo”, lamentó.

Por último recordó a la pequeña Arali a la que definió como “muy intrépida, despierta, inteligente y cariñosa”. “Le digo a la sociedad a los padres, cuiden mucho a sus hijos porque cuando te das cuenta que algo pasa es tarde, y si alguien te dice tu hija esto, tu hijo es aquello, no te enojes, prestale atención”, admitió

“Hace varios años que estoy renegando con la droga y primero hay que aprender a vivir en el mundo de ellos, los que consumen y después hay que salir a dar consejos”, sostuvo el abuelo de Arali.