Prevé para este 2025 entregar 22 unidades, todas en ejecución con distintos grados de avance.

Fundación Construirnos efectuó la octava entrega del 2025 y sumó 148 planes ya ejecutados en su historial.

El beneficiario fue Fernando Galanzino y lo destinará a su casa propia, para habitar con su familia. La vivienda se edificó en la calle Teresa de Calcuta del Barrio Bertossi, entre Sarmiento y Las Heras.

En representación de la Fundación, asistieron el presidente Federico Díaz; la secretaria, Beatriz Varesio; los administrativos Marcelo Masín y Araceli Díaz; las arquitectas Daniela Alesso (a cargo del diseño y la dirección técnica del bien entregado) y Gisela Hidalgo. Por el club Centro Social -entidad creadora de la fundación- asistió su presidente, Anabel Ferrero.

La municipalidad estuvo representada por el intendente Mauricio Actis y la Concejal Nancy Lanzetti.

La concurrencia se completó con el adjudicatario, Fernando Galanzino -con sus familiares directos-.

Federico Díaz, haciendo uso de la palabra, agradeció a la familia Galanzino por la confianza depositada en la fundación para su proyecto de casa propia.

Destacó que el acuerdo para dicha propuesta se concretó en un par de horas. Acotó que se trabajó sobre cimientos y partes a medio edificar y que, en ocho meses, se pudo cumplimentar el trabajo total de la obra.

También remarcó que la entidad sigue trabajando sin pausa, pese a la situación transitada por el país y se prevé cumplir con lo planificado para el 2025, que es la entrega de 22 bienes. Todas se hallan en distintos estados de avance, que permiten inferir que se va a poder cumplir con tal meta anual.

Cerró, reiterando el agradecimiento a todos por su presencia.  

Inmediatamente se dirigió a los presentes el intendente municipal, que dijo que constituye una celebración inaugurar una casa para una familia en pleno mes de las patronales. Reconoció el aporte de la fundación para el desarrollo habitacional de Brinkmann y agradeció a la familia Galanzino por haber elegido Brinkmann para que sea su residencia.    

Acto seguido, la arquitecta Alesso entregó al adjudicatario una planta de limonero, una especie de tradición que instaló la fundación en la posesión de las nuevas viviendas, con el propósito de rescatar la costumbre de los abuelos de plantar árboles útiles en los patios, como en este caso, un proveedor de frutos cítricos.

Continuó la ceremonia con el depósito en manos del beneficiario, de las llaves de la nueva casa, como símbolo de poder disponer integralmente del bien, para cerrar con el corte simbólico de cintas que estuvo a cargo de las autoridades de la fundación, las municipales, el adjudicatario con su familia y la presidente del club Centro Social.

Finalizada la parte protocolar, el propietario de la flamante edificación invitó a los presentes a visitar el interior de la misma, en la que se pudo apreciar una excelente distribución de todos los ambientes, con un sanitario cómodo y un comedor-estar totalmente vidriado. Las terminaciones con prolijidad y el diseño arquitectónico son sellos distintivos de Fundación Construirnos.